Alienígenas, magos, filósofos y agradecimientos
Un homenaje a Low, esta newsletter en el Ruta 66, la banda sonora perfecta para Deleuze, una película que mezcla NBA y giallo, y Juan Tamariz en el New York Times
No recuerdo bien donde leí el nombre de Low por primera vez. ¿En algún fanzine? ¿En Las Lágrimas de Macondo? ¿En el 100000 luciérnagas? Puede ser. ¿En la Rockdelux/Factory? También podría haber sido ahí. Lo que si tengo claro es que leí algo sobre ‘The Curtain Hits the Cast’ primero, y después sobre un EP, ‘Songs for a Dead Pilot’. Sin embargo, tardé un tiempo en conseguir escucharlos. Era 1996, y aquí cada uno puede contar su batallita sobre lo difícil que era acceder a ciertos grupos cuando apenas había Internet. La mía me lleva hasta 1999, cuando en un intercambio de CD-Rs (¡uh!), que se originaría en una lista de correo (¡doble uh!), consigo ‘Secret Name’. Creo que tenía algún .mp3 suelto, y una idea de lo que era el slowcore por Codeine y Red House Painters; pero este era el primer disco entero suyo que tenía. Tocado y hundido. Es mi disco suyo favorito porque fue el primero que llegó, pero un disco que tiene ‘2-Step’, ‘Weight of Water’, ‘Inmune’ y ‘Will the Night’ es mucho disco. Recuerdo como un acontecimiento cuando tocaron el 11 de diciembre de 2002 en el San Juan Evangelista, aka el Johnny. Comprar la entrada en Madrid Rock, hacer la cola pensando en que esto era una oportunidad única en la vida. Quién me iba a decir que luego les vería tres, cuatro, puede que hasta cinco veces más. Quién me iba a decir que acabaría haciendo posters para tres de sus giras por España.
Enseñar la portada (más abajo) para el homenaje que les han hecho los amigos de Born! Music me produce sensaciones encontradas. Contento por el encargo, y por como ha quedado. Triste por las razones por las que llega este disco. Como supongo que muchos ya saben, el año pasado murió Mimi Parker (voz y batería), víctima de un cáncer de ovario. Así, este disco surge como un homenaje, como un agradecimiento a tantos años de carrera, a tantas canciones, a tantas alegrías dentro de esas canciones tan tristes. Gracias a Born! Music por este disco y por todas las veces que nos trajeron a Low a tocar en España.
‘One Special Gift’ se puede encontrar en todas las plataformas de streaming. Y si lo compran a través de Bandcamp, la recaudación irá íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer.
El Drugstore en el Ruta 66
Ya lo puse en Instagram, pero uno es agradecido, y aquí estoy repitiéndome. Me hace mucha ilusión que esta newsletter salga nombrada en el Ruta 66 de febrero. El primer Ruta que cayó en mis manos fue uno con Makoki en la portada y creo que entonces conocía a poquísimos grupos de los que hablaban. Después he sido lector ocasional. Y ahora me parece un milagro su existencia, que me da mucha alegría. Muchas gracias, Andreu, por la mención.
Deleuze en Twin Peaks
Más agradecimientos. En este caso a la persona que le puso la música de Twin Peaks a una intervención de Deleuze hablando sobre sueños. Son 40 segundos, pueden ponérselo en loop.
Cuatro escenas para amar The Visitor
“An ancient intergalactic warrior arrives on Earth to put a stop to a demonic child’s plot to reproduce Satan’s next generation of evil”. Ese es el argumento de ‘The Visitor’ (‘El Visitante del Mas Allá’ en España). Dirigida por Giulio Paradisi, que firma como Michael J. Paradise, ‘The Visitor’ es un pastiche divertidísimo. Estas son mis razones para recomendársela.
Un introducción mejor que las nuevas de Dune (¡y más corta!): Si alguien dice sobre una película que es “Mad as a box of frogs”, ya me tiene medio ganado. Y si empieza con la escena del vídeo abajo ya me tiene del todo. Con este rato de desierto psicodélico ya no hace ni falta ver la nueva de ‘Dune’.
Única película con un partido de baloncesto rodado como si fuera un giallo. Si alguna vez, mientras veían un partido poco emocionante de la NBA, se han preguntado qué pasaría si la realización la dirigiese Brian de Palma, aquí tienen la respuesta. San Francisco City Miners contra Atlanta Rebels, equipos ficticios pero que podrían haber pertenecido a la ABA perfectamente, la liga del balón tricolor que terminó siendo absorbida por la NBA en 1974. Escenario: el Omni de Atlanta. Estadio que los de mi generación, los que saben que es ‘Cerca de las estrellas’ y quién es Ramón Trecet, recordarán por los partidos de los Atlanta Hawks, por las actuaciones de Dominique Wilkins y por el logo que era a la vez un comecocos y un halcón. La combinación giallo, NBA y niña malvada con poderes parece que la hubiesen hecho a mi medida. Gozada máxima.
Plantas en el espacio, niños calvos y un mesías con el pelo amarillo pollo encarnado por Franco Nero. Totalmente a favor. Solo una duda, ¿se inspiraron Giulio Paradisi y Ovidio G. Assonitis en Father Yod, líder de la banda psicodélica Ya Ho Wa 13, y guía espiritual de la secta/comuna Source Family?
John Huston todo concentrado jugando al Pong en una Atari. Y encima usando un proyector de esos gigantes que parecía que iba a proyectar uno la batseñal.
Si leen el argumento, verán que se echa un aire ‘El Exorcista 2’, pero ‘The Visitor’ es muuuuucho más divertida y disparatada. Por si alguno necesita más razones: la música goblinesca de Franco Micalizzi es bastante guay, salen Sam Peckimpah y Glen Ford brevemente; y hay satanistas corporativos (sí, lo sé, eso podría ser el título de una canción de Napalm Death).
Helado Negro leyendo la biografía de Juan Tamariz. Boom
Esto ha ocurrido. Leo en la newsletter de Philip Sherburne, Futurism Restated, una entrevista que le hizo a Helado Negro. Para acabar la conversación le pregunta:
Final question: What are you reading?
Y Roberto Carlos Lange, aka Helado Negro, responde:
Oh, man. Maybe you’ll be into it. You know the Spanish magician Juan Tamaris? (sic)
Para mi sorpresa Philip dice que sí, y hasta nombra un artículo en el New York Times, sí, sí, en el New York Times:
I didn’t until I read this amazing New York Times profile of him last year.
Y Roberto cuenta que:
He’s got a book called The Magic Rainbow. It’s kind of expensive. I splurged when I got it. When I started making the record, I saw a video, and then I read the book and I think, Oh my god, this guy’s fuckin’ insane. The first few chapters are really cool, because it’s very high concept and philosophical. The next bits are just about technique, but it’s cool. He just goes into his own world, and I really do like his world.
Si no saben quién es Juan Tamariz, si no les viene a la cabeza su bombín, su pelo como si hubiese metido los dedos en un enchufe, ni su característico sonido como de ¿violín desafinado? cuando acababa un truco; felicidades, eso es que son jóvenes. El resto de la entrevista es normal, pero pueden leerla aquí si quieren: