Hace unos días vi a Mike Cooper dirigiendo a un grupo de no-músicos improvisar en el Convent de Sant Agustí. Es la segunda vez que le veo desde que vivo en Barcelona. Una vez leí que vivía en Italia; el otro día me dijeron que en Valencia. Tiene más de 80 años, y yo le conocía por ‘Do I Know You?: Trout Steel’ (1971), un disco de folk de la época que, sí, estaba bien. Lo que no sabía era todo lo que había hecho después y que, como pone en su web, le convierte en “the icon of post-everything music”. La cita es de Lawrence English, pero podría haber sido de Steve Gunn, con el que colaboró hace poco y me lo puso de nuevo en el radar. Es difícil definir su música, y su discografía es casi infinita. Ambient, electrónica y exótica. Vale, lo compro. Voy, vengo y vuelvo a sus discos sin aspirar a escucharlo todo nunca. Supongo que tampoco hace falta.
Veo en su web un apartado que me llama la atención. Uno sobre camisas hawaianas. Puede que las odien, sobre todo, por haberse convertido en el uniforme de muchos asistentes masculinos a festivales de música masivos. Pero si las lleva alguien de 80 años, mi percepción cambia totalmente y le da una dignidad/excentricidad a la prenda que nunca tendrá vestida por un guiri borracho y quemado por el sol. Mike Cooper, y su compañera Ms Hibiscus, dicen: “We are rarely seen in anything else in or out of the house. We don’t collect them we wear them. We don’t pay huge sums of money for them either – in fact the cheaper the better”. Muy a favor de esto último. En la sesuda revista Wire, le hicieron elegir algunas de sus camisas favoritas y comentarlas. La florida galería puede verse en este enlace. Cuenta cómo fue haciendo su colección o cómo se encontró al saxofonista Lol Coxhill en un C&A buscando el mismo tipo de camisas.
El Drugstore ha visto. Enero
Este mes vi una serie, ‘La Mesias’, y eso me dio la sensación de llevarme mucho tiempo, a pesar de que solo eran 7 capítulos. He perdido el músculo de ver series. Me cuesta dedicar varios días a un mismo relato. Y, sobre todo, me angustia pensar que si gasto 7 días en ver 7 capítulos, eso significa que me habré perdido 7 películas. ¿Ansiedad por perder el tiempo? ¿Por no hacer algo que considero más productivo? ¿El capitalismo se ha comido mi ocio? Pensar en la lista casi infinita de películas que quiero ver me gusta; me relaja, en realidad. Sin embargo, dejarla abandonada, especialmente para ver algo que no me está convenciendo (spoiler), me frustra un poco. Dicho esto, he cambiado la imagen de los visionados, y las categorías son un poco más caóticas. Endavant!
El top del mes: ‘La Criatura’ de Eloy de la Iglesia. ¡Guau! (lo siento, no he podido evitarlo). Maravilla. Es dura, pero tiene tantas capas, y es tan interesante el análisis que hace de la época, que podría verla unas cuantas veces más. ‘Out of the Blue’ de Dennis Hopper, ya hablé en la newsletter pasada de ella. ‘Los que se quedan’, de Alexander Payne, da mucho gusto. Cualquiera obsesionado con los 70 y que le gusten las películas de Hal Ashby saldrá con una sonrisa de oreja a oreja. ‘La zona de interés’, que es todo lo contrario. Mientras la ves, no la disfrutas especialmente. Es incómoda, es fría, es muy bonita. Y eso hace que la leve sonrisa que puedas esbozar, te haga sentir casi culpable. Pero sales y te pasas luego un buen rato rumiándola. Pensando en pequeños detalles. Y si vas con alguien, puede que acabes teniendo una de esas conversaciones densas que a veces está bien tener. Que no todo va a ser jijijajá.
Jijijaja del mes: aunque el ecoterror detrás de ‘Holocausto 2000’ es bastante serio, la película es una cosa muy lúdica y muy disfrutable, con un Kirk Douglas desatado. ‘Liquid Sky’ de Slava Tsukerman es también muy loca y divertida, aunque, advertencia, hay un par de escenas de violaciones bastante jodidas. Por lo demás, new wave, peinados y vestuarios gozosísimos, aliens adictos al sexo y música de sintetizadores que se adelanta 20 años al vapor wave a cargo de la propia directora. ¿Qué más quieren?
Películas con perro: Vi ‘2024: A boy and his dog’ por la gracia de comenzar 2024 en lo que se pensaban que sería este año en 1976. Distopía donde un perro habla y Don Johnson está salidísimo. ‘La Criatura’, que la tenía pendiente desde hacía tiempo. ‘Fallen Leaves’ para intentar comprender por qué hay tanto hype con la última de Aki Kaurismaki (las tiene mejores, ¿verdad?). ‘El Perro’ de Isasmendi por forzar esta categoría. En ‘La Zona de Interés’, ¿el perro es el elemento más humano? El más simpático seguro. En ‘La Muerte de Luis XIV’ salen un momento dos muy bien peinados, pero en esa película de pelucones no podía ser de otra manera.
El libro era mejor: ‘Pobres Criaturas’. Emma Stone hace un papelón y la peli se deja ver, a pesar de que visualmente sea feúcha (nunca he entrado en el steampunk y menos si es tan digital). Sin embargo, se queda mucho del libro fuera. Todo un punto de vista. Recomiendo más el libro, que está muy bien. O al menos leerlo antes. Lo tienen publicado por los amigos de Libros Walden.
Crushes del mes: Marisa Paredes como guerrillera en ‘El Perro’ de Antonio Isasi-Isasmendi. Si hubiese visto ‘May’ cuando salió, hace 22 años, me habría enamorado de Angela Bettis. Ahora me daría un poco de miedo. Aunque puede ser una buena película para el día de San Valentín.
Decepción: ‘La Mesías’, sin duda. El tercer capítulo me flipa, el cuatro y el cinco me gustan mucho, peeeeero los dos primeros no me interesan nada y los dos últimos es un venga que se acabe esto ya. En cuanto aparece Albert Pla, todo mejora. Lola Dueñas y los niños estupendos. El homenaje, espero que consciente, a ‘Mysterious Skin’, pues bien. En realidad tengo la teoría, sin ninguna base, de que a los Javis se les ocurrió hacer ‘La Mesías’ tras escuchar el episodio de ‘Abducidos’ de Vigilante. El homenaje al episodio de Más Allá en el que J. J. Benitez y Jiménez del Oso toman ayahuasca no sé si sale tan bien parado. Nada puede igualar a Benítez trippin’. Hidrogenesse siempre bien. ¿Habría preferido una película larga sin intro, que empezara a lo bruto y con menos desenlace? ¿Sin tantas tramas? Sin duda.
Emo Ambient: el género musical que no vi venir
Disclaimer: esto no es una recomendación. Es una curiosidad y casi les intentaría disuadir de meterse en este lodazal. Pero cada uno es libre. El emo de primera, de segunda generación me gusta (de Rites of Spring a American Football). Si apuras, alguno del de tercera. Luego ya me parece un volver a la casilla de salida con la excusa de la nostalgia (ay, cuando tenía uno flequillo). Y cuando se mezcla con otros géneros, debería ir a la casilla de la cárcel. Si en una reseña aparecen nombrados los términos post-rock, shoegaze o mi grupo menos preferido del indie, Radiohead, simplemente dejo de leer. Por no hablar de la mutación en emo mainstream con My Chemical Romance, Paramore y similares. Todo mi juicio sobre el emo ambient, precipitado y superficial, viene de escuchar ‘Fragments’ de Rachika Nayar y de nunca haber conseguido conectar con Claire Rousay, que tiene unas camisetas de Emo Ambient a la venta en su Bandcamp, por si a ustedes sí les gusta esto. Lo de Rachika Nayar es como American Football en instrumental, que en teoría podría ser buena idea, pero a ratos también es post-rock de ese épico a lo Explosions in the Sky. Y eso nunca puede ser buena idea. No cuenten conmigo.
Puede que sí, que “ambient is the middle-aged emo”, como leo en el título de una playlist de alguien. En general estoy a favor de la mezcla de estilos y de los subgéneros, pero en esto me ha tocado ser un pureta. Pónganme cada cosa en su sitio, no me las mezclen, que soy mayor y refunfuño.
Kill All Shoegazers
Otro estilo que no me gusta. Otra camiseta. Más fea que la anterior, probablemente más que cualquiera de las que tienen en el armario, incluso más que esa que les regaló en Navidad un familiar bienintencionado. Es horrorosa, sí, pero cuánta razón tiene. En un plano abstracto, claro. Paz y todo eso, desde esta newsletter no queremos hacer daño a nadie. Si el shoegaze les da más rabia que a mí incluso, pueden comprarla en este enlace: Kill all shoegazers. La vende un grupo de… mmm, sí, shoegaze. Insertar emoticono de persona encogida de hombros aquí.
¡Abel! Un apunte: Slava Tsukerman es un señor, aunque ese nombre parezca femenino :)
Una recomendación: vi que añadiste a tu "watchlist" el docu sobre el rodaje de "Liquid Sky" y la verdad es que es bastante pésimo, ¡yo me lo ahorraría! En cuanto a la bso, me la pillé hace un par de años en Paradiso sólo por tener "Me & My Rhythm Box" en vinilo. Además de tener una portada preciosísima...
Genial la newsletter y las listas de spoti, musicalmente estoy descubriendo muchas cosas!