El arco iris de la casualidad
Películas de hace 50 años, conversaciones en la cola del cine, Six Organs of Admittance, Arthur Magazine, Eric Cantona, Jean-Claude Vannier, Agnès Varda y Alice Coltrane
Una conversación escuchada en la cola del cine. Hora: once y pico de la noche del sábado del puente de la Constitución del año pasado. Lugar: el cine Phenomena, en la calle Sant Antoni Maria Claret, Barcelona. La película: Black Christmas de 1974. Dos chicos jóvenes, de veintimuypocos años, hablan. Uno le dice al otro: “¿1974? ¿Y eso se ve bien?”. “Sí, claro” le responde su amigo, que parece ser el que ha tenido la iniciativa de ir al cine a ver un proto slasher canadiense de los 70 dirigido por el realizador de Porky’s. Continua hablando, intentando convencer a su amigo: “Incluso hay películas de los 50 que se ven muy bien”. Ya no les puedo escuchar más, aunque no me faltan las ganas. Pero imagino que el amigo, poco convencido, se pone en la cola y piensa: “Ya que estamos aquí y con el frío que hace, veamos que se hacía en la prehistoria”. No les vuelvo a ver. Me hubiese encantado saber su opinión sobre la película al salir. He llegado a la conclusión de que nada te hace parecer más viejo que ser un cascarrabias. Nada peor que ese “ejque (con acento madrileño, claro) los jovenes no tienen ni idea”. Así que decido pensar en cuánto tienen por descubrir y en lo excitante que es eso, por cursi que suene. Y sí, les envidio, porque me encantaría ver Profondo Rosso (y mil más, claro) por primera vez. Pienso también que puede que Black Christmas les haya abierto la puerta a un mundo de películas, a una década inagotable. Me encanta pensar que eso les pueda pasar con una película no canónica.
Para alguien que da la turra todo el rato con los 70, es inevitable pensar en aniversarios a menudo. Black Christmas hizo el año pasado 50. Y este año los cumplen otras cuantas favoritas de esta casa. Esta newsletter vive a gusto en lo digital, pero tiene debilidad por el formato físico, por la tinta, por el papel, por la fotocopia. Y este año hay intención de ir en esa dirección. Por eso he hecho el propósito de hacer un fanzinito, es pequeñín, medio A4 doblado, cada mes conmemorando el estreno de una película de 1975. No serán las mejores; serán, sí, las que me apetezcan. Las que tengan algo de lo que quiera hablar o con cuyas imágenes quiera jugar. Serán películas estrenadas (en su país de origen o en España) en el mes que toque. Un fanzine para cada mes del año. 12 meses, 12 películas, 12 fanzines, 12 causas. Este mes de enero la protagonista es Autopsy de Armando Crispino, un giallo peculiar estrenado el 18 de enero de 1975. En el siguiente enlace de Ko-Fi pueden comprar el suyo.
Como siempre gracias a los que han hecho su pequeña aportación a esta newsletter a través del Ko-fi. Y también a los que habéis comprado el fanzine de El Drugstore. En el siguiente enlace pueden invitar a un cafe, a una comida o a una calçotada como muestra de apoyo a esta newsletter. También pueden comprar aquí los fanzines:
Feliz 1975 (y 1986, 1997, 2003 y 2014): un par de calendarios compatibles
Puede que sea un poco tarde para avisar de esto, pero por mí que no quede. Los calendarios de 2025, 1986 y 1975 coinciden. Y también con los de 1997, 2003 y 2014. El 25 de enero fue sábado en todos esos años. No es ninguna casualidad cósmica, y no da para teorías raras, simplemente ocurre. Y les puede permitir reutilizar calendarios de otras décadas. Aunque probablemente no conserven el de Caja Madrid –ese era mi caso, cajaloquesea para cada uno– que había en la cocina de su casa en 1986. Si lo guardan aún, adelante. Si no, les recomiendo estos dos:
El The Mighty Marvel Calendar for 1975. Tengo debilidad por los calendarios de Marvel de los 70. Como a tantos otros de ustedes las películas de Marvel de los últimos años me dan mucha pereza. Las abracé al principio con alegría y luego es un barco del que me bajé. Puede que la percepción de Marvel haya cambiado bastante en los últimos años, pero yo le debo en un porcentaje alto el haber aprendido a leer. Estos calendarios capturan esa época inocentona, puede que problemática hoy, de colores primarios y tramados gloriosos.
Si en cambio son más de masculinidades tóxicas, trajes blancos, gomina, papagayos y Ferraris, su calendario para este año 1986/2025 es el de Miami Vice. No tengo palabras. Se podría hacer una newsletter solo comentando cada foto.
25 de enero: Aniversario ‘School of the Flower’
El otro día fue mi cumpleaños. No cumplo tantos como Black Christmas o Autopsy, aunque poco me queda. En comparación, el 20º aniversario de este disco, el School of the Flower de Six Organs of Admittance no parece tanto. O quizá sí, porque los aniversarios de dos décadas de algo que disfrutaste cuando ya tenías más de dos décadas no dejan de sorprender. Alguno dirá que también pesan. Pero sigue habiendo más sorpresa. E incluso una tonta ilusión al ver que School of the Flower fue editado un 25 de enero, el día que servidor de ustedes cumplía 26 años.
Este es un disco muy importante para mí, un disco que escuché mil veces cuando salió, que no hay año que no ponga desde entonces, que compré en el primer emplazamiento de Radio City, que califiqué como mi disco favorito de aquel año en una conversación a altas horas de la madrugada. He seguido la carrera de Ben Chasny, la persona detrás de Six Organs of Admittance, con mayor y menos intensidad dependiendo del momento, y me alegra que siga publicando y girando, no sé si viviendo de esto. Espero que sí. El año pasado publicó Time is Glass. Siempre inquieto, Ben Chasny también sacó un disco con Shackleton –no lo mejor que hizo Shackleton el año pasado, pero merece la pena escucharlo– y uno de remezclas en colaboración con Twig Harper. En abril estará de gira por España. Hace unos años hice un poster para su concierto en Madrid y, aunque está muy manido decir eso de “me hizo mucha ilusión”, la verdad es que me hizo muchísima ilusión hacerlo. Y sigue gustándome mucho como quedó.
25 de enero: aniversario de la patada de Eric Cantona
Otro aniversario, ya ven que la newsletter de hoy es así, que coincide con mi cumpleaños es el de la patada de Eric Cantona a un nazi. A mi el fútbol me parece un deporte aburridísimo que me alegra que muchos de ustedes lo disfruten tanto. Sin embargo, hay algún momento extradeportivo que me hace gracia. Y este es uno que merece ser celebrado. Más necesario que nunca y una de las pocas veces que un futbolista es un buen ejemplo para la sociedad.
Y lo siguiente se sale de los aniversarios y del fútbol –no doy más de mí en este tema–, pero al hilo de lo anterior me ha venido la cabeza el video How to punch a nazi de Thor Harris (músico de Swans, Smog…). Me he encontrado esta entrevista en El Salto de hace 8 años cuando tocó en Madrid: ‘Thor Harris, este xilófono mata fascistas’ (shoot out para José Durán por ese título). Queda bastante claro que habría que haberle hecho caso al bueno de Thor hace ya tiempo. Veo que lo ha vuelto a subir. For educational purposes only.
25 de enero: el disco del culo de Jean-Claude Vannier
Con esto lo dejo ya con los aniversarios. Palabra de uno que nunca fue boy scout. Esto es un poco trampa. No sé en qué día de 1972 fue publicado L'Enfant Assassin Des Mouches de Jean-Claude Vannier, pero sí que el 25 de enero de 2005 Finders Keepers lo reeditó. Jean-Claude Vannier era arreglista de Serge Gainsbourg. Trabajó con él en Histoire de Melody Nelson, y justo después de esas sesiones grabó este disco inabarcable. Alguna vez vi que se referían a L'Enfant Assassin Des Mouches como otherworldly, de otro mundo, y algo de eso hay. La sensación de sueño, de pesadilla, de circo ambulante. Exotismo juguetón, sonidos de campo, ruiditos varios. Tiene mérito salir bien parado de un experimento así y, sobre todo, de algo que recuerda a un circo a ratos. Inicialmente publicado como disco promocional, después se editó de manera tradicional, aunque imagino que no tuvo mucha trayectoria comercial y se convirtió en una obra de culto. Andy Votel lo reedito a través de Finders Keepers hace 20 años. Y a mí, aparte de tener una excusa para recomendárselo, me ha permitido ver que Discogs censura las portadas si no estás logueado (no sé de qué me sorprendo a estas alturas).
Una se parece, la otra toca el arpa
Una toca el arpa, una canta y la otra no. A la izquierda en la imagen el cartel de Una canta la otra no (1977) de Agnès Varda, y a la derecha la reedición de hace unos meses del libro Monumental Eternal (1977) de Alice Coltrane. Ambas obras son de 1977, pero creo que la reciente reedición de Akashic Books tiene portada nueva, o al menos da esa sensación. No he encontrado cómo se publicó originalmente, si alguien lo encuentra que me lo diga. ¿Inspiración, casualidad, copia? No seré yo dedo acusador, en todo caso dedo (y persona) a la que le gusta descubrir casualidades y universos que podrían ser afines. Las ideas están en el aire y en este caso, literalmente, en las nubes.
Los dosmiles eran esto: Arthur Magazine
Más cosas que están en el aire, o en la nube más bien. Si son de los que echan de menos las revistas de música, el siguiente enlace puede que les tenga entretenidos un rato, aunque no sea de actualidad. Jay Babcock, a través de su newsletter LANDLINE, subió hace unas semanas 21 de los 35 números de Arthur Magazine en PDF. Al parecer, irá subiéndolos todos. Gracias, Jay. De verdad. Mi Diógenes digital te está muy agradecido. Arthur Magazine fue una revista que funcionó entre 2002 y 2008, aunque luego revivió en 2013 y publicó 3 números en un glorioso, aunque incómodo, formato tabloide. Ahora que la nostalgia por los dosmiles está en todas partes, puedo decir que para mí, que ya estaba en la veintena, nada me lleva más a esa década que Arthur Magazine. Bueno, quizá escribir loquesea.blogspot.com en Firefox y el logo de Soulseek están ahí ahí. En realidad solo tuve tres números en mis manos. En uno salían Animal Collective en la portada, en otro Growing. Esos llegaron a través de amigos que los trajeron de Inglaterra. El tercero, con Joanna Newsom en una portada preciosa inspirada en la de Playboy diseñada por Wes Wilson en 1967, lo conseguí en un viaje a Chicago en 2007. Volví con unos cuantos tesoros, tangibles e intangibles, de esa semana en la ciudad del viento y de los Bulls y este fue uno de ellos.
El Drugstore ha escuchado. Enero 2025
Hice una visita exprés a Madrid y me traje dos canciones. Debí tirar más fotos, pero no es lo mío. Me preocupé más de hacer funcionar Shazam para no olvidarme del Sonido bestial de Ricardo ‘Richie’ Ray, o de apuntar en el bloc de notas las palabras travesía y birome. La primera sabía que era el grupo de Estela Magnone. La segunda no se me iba a quedar, y aprendí que era una manera de decir bolígrafo que nunca había oído. De camino SAULT, a los que no había escuchado nunca, hicieron el viaje de ida más agradable, mientras que Aske Zidore hizo el de vuelta más hipnótico. Quizá solo era el cansancio. Por el camino, este mes me obsesioné con una canción de Elton John que sale en una película Aloha, Bobby y Rose de hace 50 años. Me enteré de que Bardo Pond habían sacado disco nuevo con grabaciones antiguas. Confirmé que siempre se puede volver a Stereolab, a The Fall o a Television Personalities, compañeros fieles. Escuché muchísimo una playlist de acid folk japonés y ahora mis nuevos grupos favoritos no sé cómo se llaman. Fui a ver a KMRU a L’Auditori y me gustó muchísimo, más que en disco. No vi El rojo en los labios (1971) de nuevo, pero siempre es un buen momento para recuperar a Delphine Seyrig y por eso sale en la portada de este mes. Por el momento, estas playlist siguen en Spotify por comodidad, pero puede que por objeción de conciencia cambien de plataforma. Les mantendré informados.
Si te vienes a Tidal, ahí te esperamos!