El banjo (iris) de gravedad
Laurie Anderson, Thomas Pynchon, un banjo, los Simpson, Devo, la playlist y las películas de marzo, saludos a amigos, Nikki Sudden, José Luis López Vázquez, Suzan Pitt, Suzanne Ciani y Steve Lacy
Volví a Twitter para contar que hago esta newsletter que tienen entre manos. Siempre entro ahí con la misma desconfianza con la que me metía de pequeño en el patio del colegio donde se jugaba al fútbol; con miedo a recibir un balonazo que ni me iba ni me venía, con miedo a algún insulto. Aunque hostil, si la burbuja que te creas en Twitter (y en cualquier red social, supongo) está bien construida, y haces un ejercicio de mindfulness extremo para evitar todo el ruido del algoritmo, puede encontrar uno cosas interesantes. Dicho lo cual no puedo evitar compartir este hallazgo de Diego Cano (¡hola si lees esto!). Al parecer Laurie Anderson quiso hacer una ópera de ‘El arco iris de gravedad’ de Thomas Pynchon y, claro, la respuesta es altamente pynchoniana (uno de mis adjetivos inventados favoritos). Implica banjos:
Me encantaría poder recomendarles ‘El arco iris de gravedad’, pero he de reconocer que se me atascó en las página 191 (de 1111) y ahora está en la mesilla de pendientes. Sí que he leído, y disfrutado, otros libros del esquivo autor estadounidense. Se retiró del ojo público nada más empezar su carrera, no tiene trato con la prensa y sus únicas fotos conocidas son de estudiante o en la marina. De más tocho a menos tocho mis lecuras pynchonianas han sido: ‘Mason & Dixon’ (958 páginas), ‘Vicio propio’ (422 páginas), ‘Vineland’ (362 páginas), y ‘La subasta del lote 49’. (184 páginas).
Thomas Pynchon aparece en Los Simpson, así que cualquier duda sobre su relevancia en la cultura pop queda resuelta. La influencia de Pynchon en el cine es evidente en algunas películas. En algunos casos para bien, como en ‘Under the Silver Lake’ (2018) de David Robert Michell, o en ‘Miracle Mile’ (1988) de Steve de Jarnatt; y en otros para mal, como en ‘Southland Tales’ de Richard Kelly, puede que una de las películas más feas de la historia. Mención especial para la primera temporada de ‘Lodge 49’, ligeramente inspirada en ‘La subasta del lote 49’ y que está bastante entretenida. Y para ‘Vicio propio’, de Paul Thomas Anderson, que es literalmente una adaptación, bastante fiel además.
Pero, ¿y en la música? Como después de una novela de Pynchon poco hay más entrópico y caótico que internet, alguien ya se ha encargado de hacer una extensísima recopilación de canciones relacionadas con él y su obra. Muchos grupos que no conozco; algunos que me podía esperar: Warren Zevon, Mimi y Ricard Farina, Soft Machine, Mike Cooper, Yo La Tengo, Fred Frith, Camper Van Beethoven, Robert Foster, Six Finger Satellite, John Zorn o Pere Ubu. Algunos que no vi venir, y que ni por interés en Pynchon pienso poner sus canciones: Thrice, Coheed and Cambria, Radiohead o Mark Knopfler. De todas maneras la mejor parte ha sido encontrar que, por ejemplo, la letra de ‘Whip It’ de Devo está escrita “como una imitación de las parodias de Thomas Pynchon” en ‘El arco iris de gravedad’. Reconocido por el propio Gerard Casale, de Devo. O que Laurie Anderson no le guarda rencor por lo de la ópera, y le dedica una canción, ‘Gravity’s Angel’, de ‘Mr. Heartbreak’. En la que además tocan Peter Gabriel y Bill Laswell. En ese mismo disco participa William S. Burroughs, otro experto en escribir sobre la paranoia. O que ‘The Last Days of Pompeii’ la opera rock que hizo Grant Hart con Nova Mob, el grupo que formo tras Hüsker Dü, también tiene un argumento similar al de la obra maestra de Pynchon. También hay especulaciones poco claras, pero con las que es bonito fantasear. Como que ‘Smells like Teen Spirit’ de Nirvana puede haberse inspirado en una canción de ‘El arco iris de gravedad’; o que al fondo del ‘Live at Max’s Kansas City’ de la Velvet Underground se puede oír a una tal Barbie hablar con Pynchon sobre drogas.
Aprovecho para volver a dar las gracias a los que han hecho su pequeña aportación a esta newsletter a través del Ko-fi. Si alguno más quiere hacerlo, y que siga llenando la estantería con tochos de Pynchon, aquí les dejo el botón:
El Drugstore ha escuchado. Marzo
Escuché muchísimo a Nikki Sudden el mes pasado. Dos newsletters atrás, la de 1979, desempolvé ‘A trip to Marineville’. Luego alguien en Instagram compartió una canción de Epic Soundtracks. Nikki Sudden y Epic Soundtracks eran Swell Maps. Era inevitable que cayera en Nikki Sudden, en solitario o con The Jacobites. Escuché mil veces la canción ‘Chelsea Embankment’ y el disco ‘Robespierre’s Velvet Basment’. Este mes también escuché mucho a Mount Kimbie, en un caso de llegar tardísimo a algo; a Talking Heads después de ver ‘Stop Making Sense’ y tener las canciones durante días en la cabeza; a Bill Orcutt después de hablar de él con un amigo (¡hola, Iván!); a Yves Simon al que no conocía por que lo francés no lo controlo nada (¡gracias, Txuso!), a Shabazz Palaces que sacan disco nuevo y eso siempre es buena noticia… Y así hasta llegar a los 31 que componen la lista. Bon profit!
El Drugstore ha visto. Marzo
Voy a hacer un experimento de busca-encuentra-recorta-pega este mes. Les voy a contar las películas de este mes a través de las críticas de otros en Letterboxd o Filmin. O trozos de ellas, descontextualizando, como si fuera el periodista de un medio digital en 2024. Con unas estoy de acuerdo, con otras no tanto, y algunas están aquí por el LOL (las de Filmin, sobre todo). Los opinadores permanecerán en el anonimato. Se ha respetado la ortografía original. Castellano, inglés y catalán mezclado. A ver qué sale de aquí.
Eyes of Fire (1983) de Avery Crouse: “twin peaks: frontier walk with me”
Not a Pretty Picture (1976) de Martha Coolidge: “not an easy picture”. “I was so uncomfortable I shredded my cuticles to bits and was bleeding”. “so important and confrontational i hope this film resurfaces like many older forgotten ones”
Silent Scream (1979) de Danny Harris: “La historia me la han contado muchas veces pero se ve con gusto, es bonita, entretiene, also starring Yvonne de Carlo y Barbara Steele, un impagable par de polis ineptos y, según me comentan mis fuentes, rodada en la misma casa q 'Spider Baby'. Te arreglará un jueves lluvioso”.
Riddle of Fire (2023) de Weston Razooli: “like a 70s live action Disney adventure movie for people who love psilocybin and pay money to see Caroline Polachek in concert”.
Anatomía de una caída (2023) de Justin Triet: “Cero dudas de que llamar al perro Snoop fue idea del padre”.
Stop Making Sense (1984) de Jonathan Demme: “Just had a life changing experience in the theatre, no big deal”. “Heaven”.
Death Game (1977) de Peter S. Traynor: “Esto es un Haneke pop. Spielberg la odiaría. Bra-vo”. “strangely, perhaps the closest American cinema has gotten to making its own Daisies”. “…absoluto festín visual en scope al estilo superseventies”.
El Elegido (1985) de Fernando Huerta: “Pobrecito mi José Luis López Vázquez lo mal que lo pasa”. “Thriller distópico (realidad falsificada), originalmente meta-ficticio (como un Phillip K. Dick de barrio)”.
The Wild Boys (2017) de Bertrand Mandico: “Massa francesa”.
Riddle of Fire (2023) de Weston Razooli: “Also watching this on 35mm film was amazing. Call me pretentious idc”.
Todos los colores de la noche (1972) de Sergio Martino: “Tan de género y de su época que solo la disfrutarán plenamente los amantes de ‘este’ cine”. “My vice is psychadellic giallo and only Sergio has the key”. “I love this psychedelic giallo so much. Crazy sex cults. 70’s fashions. Amazing music. Shady characters. Edwige. George Hilton. Nieves Navarro. Ivan Rassimov”. (Y aquí añado, uno de los malvados es igual que Milei. Aterrador).
Asparagus (1979) y Crocus (1971) de Suzan Pitt: “porno for art school vegans”. “My grandmother loved Asparagus. I could never quite understand why at the time. In fact, she was the only person I knew who didn't actively dislike the stuff”. “I will never look at an asparagus the same way again”.
Aeropuerto ‘77 (1977) de Jerry Jameson: “Christopher Lee: vampire, evil wizard, heavy metal musician, cult leader, and experienced scuba diver. Is there anything the man couldn't do?”.
Starman (1984) de John Carpenter: “Joder en que mierda de época vivimos”. “Pensé que iba a ver una película de ciencia ficción, y terminé viendo una comedia romántica bizarra”. “Conviene revalorizarla dentro del canon carpenteriano”.
La loba y la paloma (1974) de Gonzalo Suárez: “What can I say? I’m a whore for 70s dark aesthetics and blood that look saturated paint”. “Honorific mention to: carmen sevilla. i wanted to see this movie because of muriel catalá, but i ended up crushing on carmen sevilla, so it wasn't all bad”.
Carretera Mortal (1981) de Richard Franklin: “Simpática road movie a medio camino entre la comedia y el thriller con algún momento turbio. Claro homenaje a Hitchcock en una especie de Rear Window en un camión”.
Un día negro (1971) de Luigi Bazzoni: “Es muy así, es que estas películas son muy eso... no sé si me explico. Franco Nero ha salvado a un chiquillo, cabezón pero obediente, algo atípico en estos tiempos. Quedarse con eso”.
La importancia de llamarse Suzan, o Suzanne
Gracias a esa buena, grande y libre burbuja en la hostil internet de 2024, la semana pasada llegué a ‘Asparagus’ de Suzan Pitt. Gente de cuyo criterio me fío mucho, de manera directa (¡gracias, Blanca!), o indirecta (¡gracias, varias personas de instagram!), me la recomendaron. Y acertaron. Menudo viaje. Animación surrealista, colores tan saturados que parecen irreales, dibujos chulísimos, mezcla con stop motion. Y encima es de 1979. Sigo la cadena de recomendaciones, véanla, está en Mubi.
Curiosidad 1 (la que sale en todas las notas de prensa): durante un par de años fue proyectada antes de ‘Cabeza Borradora’ de David Lynch. Eso ya les puede dar una pista de por dónde va esto.
Curiosidad 2 (y a lo que yo venía): la banda sonora. Está compuesta por Richard Teitelbaum y, supongo que como parte de la recuperación de la obra de Suzan Pitt, ha sido reeditada por el sello australiano Black Truffle. A Teitelbaum reconozco que no le conocía, pero veo que su nombre sale acompañado de Stockhausen, Alvin Curran o Anthony Braxton. Suficiente para profundizar aquí un poco.
Curiosidad 3: la composición de Teitelbaum la interpreta, entre otros, Steve Lacy. Saxofonista de free-jazz –que ha colaborado con Evan Parker, Derek Bailey, Carla Bley, Mal Waldron, Miles Davis, Cecil Taylor y un etcétera bien largo–, tiene el honor de que una de las revistas musicales más prestigiosas del mundo, The Wire, tome el nombre de una de sus composiciones. Y, además, haber sido la primera portada, allá por 1982. Steve Potts tocaba a menudo con Lacy, a George Lewis no le conocía, y a Takehisa Kosugi tampoco, pero veo que pertenecía a Fluxus y he encontrado este vídeo suyo que hace añadir su nombre en la infinita lista de artistas en los que profundizar. Y en la última línea, Suzanne Ciani, la más conocida de la lista. Creadora del sonido de la lata de Coca Cola abriéndose, pasó los 90 dando material a Ramón Trecet para episodios soporíferos de Diálogos 3; pero también fue pionera de la música electrónica. Y, con razón, reivindicada en los últimos años. Tienen por ahí el documental ‘Sisters with Transistors’ (2020) si quieren saber más. También hay un documental sobre ella, que pusieron en el In-Edit, pero que no es tan fácil de encontrar. Vale, es mucho es namedropping todo esto, pero siempre me hace ilusión ver cómo se mezclan caminos de artistas que me interesan, y que muestran otros caminos a otros lados.