Esta newsletter is sitting in a room
Julio Iglesias, Alvin Lucier, Sunn O))), The Tubs, una enciclopedia del cine, una portada de Bert Jansch y otra de Roy Harper
Estoy leyendo ‘Hey! Julio Iglesias y la conquista de América’ (Contra, 2022) de Hans Laguna, y me está gustando muchísimo. Julio Iglesias es alguien bastante presente durante mi infancia y adolescencia, y en la de muchos, porque era una presencia constante para mi generación, pero puede que en este caso más aún y esta vez no voy a contar batallitas. Es alguien a quién crecí detestando musicalmente, y al que no le he encontrado nunca la gracia, ni ahora leyendo el libro lo estoy consiguiendo. Sin embargo, es un personaje que me fascina. Ya no se hacen cantantes así. Porque Julio Iglesias no nace –bueno, sí, su madre se llama Charo, pero ya me entienden–, sino que se hace. A sí mismo y con muchas manos amigas, amigas suyas y amigas del dinero. El libro, por suerte, no es una biografía al uso sino un estudio de un personaje y de su creación, de conceptos como el carisma y la seducción, de los cambios en la industria musical en los últimos 40 años, de los excesos de sexo y vitamina D. Cualquier fan del name dropping (justificado) morirá de gusto con las conexiones inesperadas que hace Hans Laguna entre Julio Iglesias y Captain Beefheart, Theodor Adorno o Miles Davis (impagable la foto de su apartamento neoyorquino con un CD de ‘1100 Bel Air Place’ en el suelo). Puede que la que más gracia me ha hecho ha sido encontrarme a Alvin Lucier y su hipnótico y maravilloso ‘I am sitting in a room’, como excusa para explicar qué es el reverb, y la manera en que lo usaba Julito para su voz. Esta conexión imposible me ha tenido pensando en tonterías unos días, y me ha llevado a hacer la imagen de abajo:
Y pensando (más) en (tonterías y) reverberaciones, he caído en Sunn O))), Stephen O’Malley siempre presente, y en hacer más parejas imposibles, y de ahí sale la siguiente imagen. Otro ya estaría haciendo una camiseta. ¿Debería hacer una? También me he dado cuenta de algo, nada casual imagino, pero que veo por primera vez ahora: la O del logo de Sunn O))) está sacada del de CBS, discográfica de Julio Iglesias, y gracias a la cual entró un sueldo cada mes en mi casa cuando era pequeño.
The Tubs are sitting ¿en un cañón?
8/1/2024: “El tributo a Richard Thompson que Bob Mould llevaba dentro”. Eso fue lo primero que leí de este disco de The Tubs. Pensé que esto no iba a funcionar por ningún lado. Pero escribo esto 26 minutos y 5 segundos después de haberle dado al play. El tiempo que dura el disco. Extático. El entusiasmo de la primera escucha. Algo que no pasa muy a menudo pero qué gusto da cuando ocurre. Cuando el pop hace POP.
11/1/2024: Por un momento pensé en no volver a escuchar el disco, en quedarme con el subidón de una primera, y única, escucha. No lo he hecho. Según Last.fm (sí, aún lo uso) en un par de días he escuchado el disco 6 o 7 veces. Así que puede que haya tomado una buena decisión. No haré más descripción de cómo suena más allá de la primera frase: Richard Thompson y Bob Mould. Si con eso no les pica la curiosidad… ¿Qué son acaso? ¿Jóvenes?
Un fotograma, una enciclopedia
Adentro batallita: en mi casa, hasta que fui casi un adolescente, nunca hubo una enciclopedia tradicional. Ni la Larousee, ni la Espasa-Calpe típicas. Sí que tenía yo una enciclopedia llamada ‘El mundo de los niños’, profusamente ilustrada, que me harté de mirar (sobre todo la parte de los dinosaurios) y que, años después, descubrí que incluía dibujos de Charley Harper. Y mis padres, una de cine –llamada ‘El Cine’ para que no hubiera dudas sobre de qué trataba–, que serían unos fascículos que mandaron encuadernar. Tapa dura azul marino, letras doradas y un ribete celeste en el canto. Me pasé tantas horas mirando dinosaurios como estrellas del cine clásico, gran pasión de mi madre. Cada vez que voy a su casa, la veo. Ahí está, en una estantería del salón. Es una de esas cosas que me hacen sentir en casa. Y resulta que en ‘La Criatura’ de Eloy de la Iglesia, en este fotograma de abajo, a la izquierda del tocadiscos, mientras Ana Belén pone ‘La marcha nupcial’ de Mendelssohn para bailar con Bruno (su perro), está uno de los ejemplares de la enciclopedia del cine. ¿Recomiendo ‘La Criatura’? I tant, pero yo solo venía a hablar de mi enciclopedia.
Dos portadas que no tienen que ver consigo mismas, pero que tienen que ver entre ellas (yo me entiendo)
Siempre me ha gustado la portada de ‘Birthday Blues’ de Bert Jansch. Foto en blanco y negro, un marco sencillo, una Helvetica, un cachorrito amodorrado. ¿A quién no le gusta un cachorrito de Golden Retriever? Menos sobria es la de ‘Folkjokeopus’ de Roy Harper. La diagonal, la tipografía a mano para el título, los colores saturados, un monete gritando con las patas muy extendidas. ¿A quién no le gusta un cachorrito de mono capuchino? Ambas comparten que ceden protagonismo a un animalico, y en ambas cierran los ojos; pero siempre me ha chocado lo diferentes que eran las contraportadas. Con esa ilustración de una leyenda medieval en la de Bert Jansch y con ese fanzine fotocopiado que parece más de un grupo de punk que de un cantante de folk psicodélico, en la de Roy Harper. Sea como sea, son dos discos muy, muy favoritos en esta casa.
Tornaré a escoltar el de Jansch, el vaig comprar en un mercat d'antiguitats i aquell dia no m'hi vaig enganxar. Vaig flipar amb la contraportada, això sí. Gràcies per la segona oportunitat.
Per cert, sona molt guapo, el de The Tubs. El Julio el deixo per un altre dia... és un d'aquells noms que tinc pendent però que em fa mandra; no el tinc en el meu imaginari infantil o adolescent, tan sols com una referència llunyana de la tv dels 80's. Al radiocassete del cotxe hi sonava Simon and Garfunkel i una barreja estranya de coses poc honroses com Jennifer Rush, entre d'altres perles... si tu eres mi hombreeee
Hola, Abel:
Te descubrí en tu conversación con Blanca Lacasa en la Trastienda y tu newsletter me descubre un montón de referencias estupendas.
El libro de Hans Laguna lo devoré hace unos meses y me pareció interesantísimo y fascinante. Nunca me había acercado al personaje más allá de los lugares comunes y dos o tres "¡Hey!" de borrachera, pero no pude dejar de leer hasta la última página.
Por otro lado, y espero que no te moleste, estoy replicando tus playlist en youtube music porque detesto spotify, por supuesto citando El Drugstore by Abel Cuevas.
Saludos