Futuros, nostalgias, romanos y tarotistas
Esta newsletter –no ésta en particular, todo El Drugstore– es una pequeña batalla entre el pasado y el presente. Una batalla para no parecer nostálgico, aunque cuente batallitas de cuando en el 96 fui al concierto de no-sé-quién, y en 2003 vi no-se-qué película. Una batalla en la que tengo medio cuerpo en esos 60 y 70 que romantizo sin haber vivido, en los que no paro de encontrar cosas nuevas (es leer: “Mid-80s Osaka, mutated, experimental pop. Self-pressed at 100 copies”, y ya babear como hace mi perro con un trozo de pan); con los que sintonizo estéticamente más y mejor que con los tiempos actuales. Pero una batalla que a su vez quiere tener el otro medio cuerpo en el presente, y disfrutar de lo nuevo. Pero sin FOMO, puesto a pedir. Esta newsletter –ahora sí, ésta en particular– va un poco de eso. Pasados, nostalgias, descubrimientos italianos, romanos imperiales, NBA, tiradas de cartas de tarot y rock teutón (que es más bonito que decir krautrock).

Ay, Bandcamp Daily, ¿cuánto te queda? Hoy: Ciro Perrino
Ahora que el futuro de Bandcamp es, cuanto menos, dudoso, quiero aprovechar para reivindicar su columna Bandcamp Daily, que tantas alegrías y descubrimientos nos ha dado. Y en especial una reciente. El 15 de agosto –día que en España nadie sabe qué narices se celebra, ¿‘El día del Watusi’ de Francisco Casavella?–, el Bandcamp Daily estuvo dedicado a Ciro Perrino. El artículo llevaba un título, “Italy’s Ambassador of Beauty: The Music of Ciro Perrino”, tan atractivo como repelente. Ciro Perrino es un músico italiano que lleva tocando desde 1966. Hizo psicodelia con Il Sistema, prog rock con Celeste, su proyecto más conocido, fusión con St. Tropez, space rock con La Compagnia Digitale y acid folk con SNC, en el disco que más me gusta de los que he escuchado suyos y que es el comparto en el enlace más abajo. También se ha dedicado al ambient, a la new age y a hacer library music. El artículo de Bandcamp es muy completo y muy interesante, así que me limito a dejarles con el disco de SNC, que tiene unas canciones y un sonido por el que habrían matado la mitad de los grupos de freak folk y New Weird America que escuchaba sin parar en 2006 o 2007.
Dos películas: Los Angeles Play Itself + The Green Fog
La semana pasada solo vi dos películas. Dos que tienen mucho en común. California y el cine, el amor por el cine y por cómo éste forma y deforma la imagen que tenemos de los ciudades, de los países, de la vida. Y una labor titánica de investigación y montaje. Tenía ganas de ver desde hacía tiempo ‘Los Angeles Plays Itself’, donde su director Thom Andersen hace un vídeo-ensayo sobre cómo se ha representado Los Ángeles en el cine; con mucha opinión y con bastante humor. Dura tres horas, y es una delicia verlo. Aquí la lista de todas las películas que salen. Está en Mubi.
‘The Green Fog’ de Guy Maddin la vi el año pasado en pantalla grande gracias a Proyecciones Grieta en la Cinètika, y la volví a ver la semana pasada. Se puede ver cada poco porque siempre hay cosas nuevas y es un fiestón para los sentidos cinéfilos/cinéfagos. La película de Maddin también recorta y pega metraje de mil fuentes para hacer una revisión sui generis de ‘Vertigo’ y, en este caso, de la ciudad de San Francisco. En la reseña de Letterboxd, Xavi Sanchez Pons decía que era “la mejor sesión de dj cinematográfica de la historia. Mi cerebro no ha parado de bailar”. Si con eso no están deseando verla, no sé que más quieren. Pues hay más, Chuck Norris en una película experimental. Aquí tienen el enlace, la pueden ver gratis en Vimeo:
¿Y tú, hombre, piensas en los romanos a menudo?
Como ya he dicho en la entrada, me ronda a menudo por la cabeza el tema de la nostalgia y el cómo nos relacionamos con el pasado. Siempre había tenido algunas sensaciones sobre esto que no sabía explicar, creo que desde pequeño. Por suerte, gente muy lista –primero, Simon Reynolds en 'Retromania’; después, Mark Fisher en ‘Los fantasmas de mi vida’,; y luego, Grafton Tanner y toda su obra (en castellano: ‘Un cadáver balbuceante’ y ‘Las horas han perdido su reloj’)– ha sabido articular teorías que ponen en palabras algunas de esas intuiciones. Hace unas semanas, que ya parecen meses porque la superautopista de la información es así, se pusieron de moda unos tiktoks/reels en el que chicas preguntaban a sus parejas, padres, hermanos, amigos cada cuánto pensaban en el Imperio romano. Si se hizo famoso es porque los hombres, se supone, pensamos mucho en los romanos. Cuando me hicieron la pregunta, respondí que no, que nunca pienso en los romanos. Supongo que bastante tengo con pensar en las chorradas de las que hablo aquí, como para pensar en acueductos. Aparte de mostrar mi asombro y fascinación por las cosas en que, se supone, pensamos los hombres, yo venía aquí a compartir un vídeo de PutoMikel que explica muy bien esto de la nostalgia, esto de los romanos y la peligrosa relación con las políticas reaccionarias. Y aparte nos trae un término como el Terciocore (!) y tiene una colaboración de Mythical Iberia, cuenta de Twitter, X, o como se llame ahora, muy recomendable también.
NBA esotérica y sofás motorizados
Y como no todo va a ser mirar hacía atrás, mi última recomendación es el episodio de esta semana de Can’t Play Kanter donde una tarotista hace las predicciones para esta temporada de la NBA. Y, por si fuera poco, en la entradeta cuentan la historia de un tipo de Proctor, Minnesota, detenido por conducir borracho un sofá, su sofá, sí, un puto sofá motorizado. ¿Qué más se puede pedir?
Kraut tarotista
Por eso de hilar temas, me saco de la manga acabar esta newsletter con ‘Tarot’ de Walter Wegmüller. Disco de krautrock quizá no muy conocido. Walter Wegmüller era un pintor suizo que hizo un tarot de 22 cartas, y por mediación de Timothy Leary, grabó ‘Tarot’ en 1973, su único disco, en el que tocan Manuel Göttsching y Klaus Schulze entre otros. Muy recomendable también ver todo el artwork. Se puede encontrar en discogs.