Escuchas, visionados y lecturas de verano
¿Se acuerdan de cuando las revistas hacían un número doble de verano? Julio y agosto, más páginas, más contenidos de una vez para poder dar descanso en agosto a una redacción. ¿Se acuerdan de las revistas? Trabajé 14 años en revistas y nunca hicimos eso. Era una editorial grande. Pero recuerdo que, por ejemplo, Rockdelux lo hacía, y a veces ese número incluía un CD. Rockdelux se ha convertido en algo que no me interesa mucho, pero siempre le agradeceré esos cedés, ese ‘Summer Hit!’ del 95 que aún conservo, y que en esos años de formación escuche sin parar. Incluía canciones de: Smog, Guided by Voices, Archers of Loaf, Sebadoh, Cheralee Dillon, Palace o Lambchop.
En esta newsletter me he tomado las vacaciones antes, así puedo hacer retrospectiva de estos dos meses, de este verano que ya parece lejano aunque no se haya acabado. Lo que sigue es una recopilación de canciones escuchadas, películas vistas y libros leídos en los dos últimos meses.
STOP. LISTEN. Escuchas de julio y agosto
Escuchar música sin casi conexión durante las vacaciones me ha limitado a lo que tenía descargado y, mira, que no está mal escuchar algunas cosas con más calma y meterse en ciertos loops. Hay mucho jazz. Es casi lo que más escuché en julio. Como es habitual pivotando entre las fusiones de Don Cherry o de Damon Locks, el free-loquesea de Sun Ra o Steve Reid, y la espiritualidad de Horace Tappscott o de Eddie Gale. Avisados están. Me ha sorprendido hasta a mi incluir a ANOHNI, que es alguien que no me hace especial gracia, pero esta canción que casi parece de Lambchop, época ‘Nixon’ (¿soy el único que lo ve?), me ha gustado mucho. La de Fleetwood Mac viene directa de los títulos de crédito de ‘El Mundo Conectado’ de Fassbinder (abajo más sobre esto), mientras que Current 93, Coil o Svitlana Nianio han sido la banda sonora de algunas de mis lecturas (más oscuras) de este mes: de ‘Estrella distante’ de Roberto Bolaño, y de ‘La Misa del Diablo’ de Miguel Prenz. Y para acabar, Lifeguard que son unos chavales que le han robado a sus padres los discos de The Jesus Lizard, y Darsombra, que se definen como “trans-apocalyptic galaxy rock”, aunque se podría calificar como “post-Trans Am”. Y por mí, bien. Si te miras en el espejo deformante de The Jesus Lizard o Trans Am, ya un poco me tienes ganado.
STOP. LOOK. Visionados de julio y agosto
No pongo estrellas en Letterboxd, y no las voy a poner aquí, pero sí que me he sacado de la manga cuatro categorías. Como soy de naturaleza poco impulsivo, medio entusiasta, y además, me paso la vida apuntando cosas recomendadas por gente que sabe más que yo de cine, hay más películas que me han gustado que no. Y eso siempre está bien.
Las películas que me han gustado, mucho: ‘Suspiria’, la de Dario Argento claro, vista por enésima vez y de nuevo en cine. Si la ponen mañana en cualquiera, vuelvo a ir. Las dos primeras que veo en mi vida de Rainer Werner Fassbinder: ‘Las amargas lágrimas de Petra Von Kant’ y ‘El mundo conectado’. ‘Remember my name’ de la que hablé en la anterior newsletter. ‘Cherry Falls’, maravilla de terror adolescente veraniego, divertidísima. ‘The Doom Generation’, tampoco había visto nada de Araki. ‘French Connection’ y ‘Carne viva’, son todo lo que le pides a un thriller de los 70. ‘El Nido’ de Jaime de Armiñán, preciosa a pesar de lo problemática que pueda ser. ‘Otra Mujer’ de Woody Allen, déjenla para el otoño, en plena ola de calor solo sentía envidia de sus abrigos y bufandas. Un par de cortos, que es algo que no veo mucho: ‘An Exercise in Discipline: Peel’ de Jane Campion, y ‘Los Huesos’ de Joaquín Cociña y Cristóbal León. Y para acabar, la revisión en pocos meses, y en pantalla grande, de ‘Miracle Mile’: comedia romántica, amenaza nuclear, fantasía de neones ochenteros en Los Ángeles, entropía pynchoniana. ¿El mejor Pynchon apócrifo junto ‘Under the Silver Lake’?
Las películas que me han gustado, pero no tanto: ‘The Boogey Man’, podría haber estado en ni fu na (más adelante), pero tiene un final tan loco que casi la pongo un peldaño más arriba. ‘Curtains’, un poco lo mismo, pero no tanto por el final sino por algunas imágenes. ‘Christine’, que hacía años que no la veía. John Carpenter + Stephen King es un plan sin fisuras. ‘Caza Salvaje’ (‘Death Hunt’) y ‘El justiciero de la ciudad’ (‘Death Wish’), no había visto ninguna de Charles Bronson, y estos meses he visto dos en el cine. Me parecieron entretenidérrimas. ‘El espejo de la bruja’, una mezcla de fantasmas, espiritismo, mad doctors frankenstenianos que funciona como un tiro. ‘The Myth of the American Sleepover’ no llega al nivel de ‘It Follows’ o Under the Silver Lake’, pero se ven muchas cosas de las dos siguientes de David Robert Mitchell, y es un coming of age hecho con cariño por sus personajes pero no por ello cursi. Y me parece un meritazo en un género tan manido.
Las películas que ni fu ni fa: ‘La Prima Angélica', a pesar de la actuación de José Luis López Vázquez, es la que más frío me ha dejado de las que he visto del Carlos Saura de los 70. ‘Háblame’ está bien, me gustó, muy a favor del hype pero me esperaba más. De todas formas, si hay una segunda parte, y la habrá, iré a verla. ‘Toute une nuite’, es la primera película de Chantal Ackerman que veo y me dio un poco igual. Prometo que seguiré intentándolo.
Las películas que no me han gustado: ‘Mandíbulas’ confirma que el humor francés y yo no estamos en la misma sintonía. ‘Oppenheimer’ confirma que Nolan y yo tampoco. Tres horas de épica es demasiado para mí. Si al menos sonara ‘Nuclear War’ de Sun Ra cuando Matt Damon dice “…if I push that button”... ‘Vesper’, correcta pero me aburrí bastante, no estoy con mucha gana de distopías. ‘Exégesis Lovecraft’, es simpática, el director/protagonista cae bien pero se me hizo un poco bola. ‘Mystery Train’, no ha envejecido muy allá. Da gusto ver ese Memphis fantasmal, pero el resto no tanto. Haría como 25 años que no la veía y tenía mejor recuerdo. Supongo que era más joven, más impresionable, y más indie.
Los libros son para el verano
Le debo la mitad de mi pasión lectora al verano y a lo que podría haber sido aburrimiento pero no lo fue. No voy a contar la historia que ya han oído mil veces del niño solitario que se refugia en la lectura y blablablá. Pero algo de eso hay. Siempre me acababa antes de tiempo los libros que había llevado para mí en vacaciones. Los apropiados para mi edad. Y terminaba leyendo los que llevaban mis padres. Así, cuando era más young que adult, y además a nadie se le había ocurrido esta etiqueta, leí mucho best seller de principios de los 90: varios del oso cavernario, un par de tochos de Ken Follett, alguno del doctor ese de Noah Gordon. Pero también, el que es uno de mis libros favoritos: ‘El Secreto’ de Donna Tartt, o varios de Stephen King, entre ellos, ‘It’.
El bueno de Stephen King siempre sirve de puente y de desatascador. Este verano he leído ‘Elevación’, no entra en su canon, pero es reconfortante volver a Castle Rock de vez en cuando. Es una novela corta, como casi todo lo que he leído este verano. El resto: ‘El Imperio de Yegorov’ de Manuel Moyano, ‘Bonsái’ y ‘La vida secreta de los árboles’ de Alejandro Zambra, ‘Vermillion Sands’ de J.G. Ballard, ‘Estrella distante’ de Bolaño, ‘La misa del diablo’ de Miguel Prenz (esto no es novela y, advertencia, solo apto para estómagos fuertes), ‘Páradais’ de Fernanda Melchor y ‘Piranesi’ de Susanna Clarke. Todo me ha gustado bastante; la de Roberto Bolaño y la de Susanna Clarke probablemente las que más.