Respuestas alternativas a otros mundos
Un concierto, unas proyecciones, una red social nueva, las escuchas del mes, unos libros de otros mundos, unos bocetos y una playlist
Fui a ver a The Messthetics con James Brandon Lewis, a Irreversible Entanglements y a Armand Hammer. Única concesión al Primavera Sound de este año. Una noche, en La (2) de Apolo, una sala ni muy grande ni muy pequeña, sin marabuntas de gente, sin las distancias locas del Fórum. Bien. Mejor, mucho mejor así. No me hubiese importado ver a Yo La Tengo que tocaban a la vez en la la grande Apolo, pero no se puede todo. El jueves no me enteré de los de James McNew en Ultra-Local, así que haré como si nunca hubiera pasado. Los Fugazis haciendo jazz con James Brandon Lewis estuvo bien, pero sin más. Mejor que en disco, pero es que el disco –me van a quitar el carnet de fan de Fugazi por decir esto–, no me gusta nada, hasta me parece un poco… mmm… (lo diré bajito) hortera. Un poco jazz entre amigos unos ratos, un poco postrock-épico-pocho en otros. Quizá esto es un soy-yo-no-eres-tú, pero esta mezcla me parece que no ha salido bien1. Me ha hecho pensar un poco en cuando empezaron a mezclar rock con hip hop, y al principio todo era jijijajá, y al final nos salió Korn y todo el espantajo que fue su camada nu-metalera. Armand Hammer muy, muy guay. Esos graves profundérrimos revolviéndole a uno los chakras fue una gozada. E Irreversible Entanglements, razón por la cual, con un puñetero esguince de tobillo aún molestándome, me acerqué a Apolo, fue una absoluta maravilla. Si pudiera verlos de nuevo esta noche lo haría. Hace un par de años vi en Berlín a Camae Ayewa, como Moor Mother, presentando ‘Jazz Codes’. De sus discos, el que más tiene que ver con estos Irreversible Entanglements de los que es parte y no líder. Carisma, presencia y tablas de Moor Mother aparte, en ambas ocasiones he salido con la rara sensación de haber asistido a algo más allá de un concierto hecho para promocionar un disco. El poder de la música y todas esas cosas que se dicen de alta intensidad, pero que a veces da corte verbalizar. ¿Me estoy viniendo arriba? Puede ser. El otro día una amiga (¡hola, Blanca!), decía que el concierto de Shabazz Palaces en Madrid – ¡qué rabia que no vinieran a Barcelona!– le hizo pensar en unos Sun Ra 2.0. Recojo la asistencia y comparto con Moor Mother la comparación y el piropo. Por el concierto de Berlín, y por el de hace unos días de Irreversible Entanglements en Barcelona. Y quizá no es tanto el sonido o la música, sino la sensación. Y eso es lo importante.
Hilando muy fuerte les recomiendo una grabación inédita, una más, de Sun Ra que ha salido hace poco, por el Record Store Day. Es un directo llamado ‘Inside The Light World: Sun Ra Meets The OVC’. Recoge una grabación de 1986, en unos conciertos en los que había proyecciones. En el disco no las han incluido pero alguien las ha subido a YouTube, por si quieren complementar la escucha:
Acabo la entradeta, con un aviso para navegantes. Hay una nueva red social, se llama Record Club, es un poco como un Goodreads de discos, y por el momento se está cómodo. No hay apreturas, no hay publicidad, no hay ni app para el móvil. Mientras escribo esto solo hay 800 y pico personas, de las cuales sigo a 12. Supongo que, en comparación a Facebook o a Instagram, esto es el equivalente a una sala pequeña de conciertos. Ya se gentrificará, pero démosle un voto de confianza. Al fin y al cabo, esto debería tener un techo. ¿Puede ser una buena forma de esquivar el algoritmo? Ojalá. ¿Una buena manera de cotillear las escuchas ajena? Seguro. ¿Por qué creen que se lo cuento? Lo único que quiero es echar un ojo a los discos que ponen.

Gracias de nuevo a los que han hecho su pequeña aportación a esta newsletter a través del Ko-fi. Y también a los que habéis comprado el fanzine de El Drugstore que he hecho. Si alguno quiere hacer cualquiera de las dos cosas, aquí tiene el enlace:
EL DRUGSTORE HA ESCUCHADO. Mayo
‘La Semanada con David Puente’, una newsletter que recomiendo mucho, me pone detrás de la pista de Jesús María Catalán. Nombre que no conocía de nada. Compositor, teclista y percusionista de Oviedo, ha tocado en un montón de grupos de los cuales solo conozco a Danza Invisible, que en aquellos lejanos 80 nunca tuve en buena estima. Sin embargo, llevo un par de semanas escuchando ‘Del silencio’, de su proyecto Respuesta Alternativa, todos los días. Leo que el sello australiano Left Ear ha editado ahora este y que en 2018 editó otro suyo: ‘Grata compañía’. De punta a punta. Le copio a David Puente la cita, espero que no le importe, porque me ha gustado la reflexión sobre la influencia geográfica en la música de Respuesta Alternativa..
“Given Jesus’ geographic location (Spain) and the atmospheric down-tempo nature of the music, we wondered if the ‘balearic’ sounds had played a part in his productions. Jesus explains that “the distinction in the Balearic and Asturias Islands is marked by the different character of its people and the incidence of the weather, where the sea influences the Mediterranean Sea of the Balearic Islands is a calm sea. The Cantabrico de Asturias Sea is stormier”.
En el resto de la lista podrán encontrar canciones de: Savant / Beings / William Tyler & The Impossible Truth / Los Burros / James Elkington / Franco Micalizzi / Bruno Nicolai / Ennio Morricone / H.P. Lovecraft / The Deirdre Wilson Tabac / Moe Tucker / Normil Hawaiians / King Kong / Arab Strap / Haruomi Hosono / Mobb Deep / Earl Sweatshirt / Rich Ruth / Junior Mesa / Pekka Pohjola / Mal Waldron, Steve Lacy / Alice Coltrane / Sun Ra / Amaro Freitas / Naná Vasconcelos / Boogie Times Tribe / Dettinger / Basic Channel / H TO O / Green-House.
Hay Otros Mundos, y son de colores
Toda la mandanga sobrenatural me da lo mismo. Solo me interesa si es divertida o estéticamente molona. El devenir hacia la derecha de algunas naves del misterio y de conspiranoicos sin sentido del humor me produce rechazo y preocupación. Así que vengo a hablarles –poco, porque no he encontrado mucha información–, de la colección ‘Otros Mundos’ que publico Plaza & Janés entre 1967 y 1981. La colección la forman 144 títulos encuadernados en tela, con tapa dura y con un diseño de colección muy particular. Razón por la cual están aquí. Muy populares en los 70 y 80, a muchos les sonará verlos en librerías de segunda mano, o de haber tenido en casa alguno incluso. Este es mi caso. Mi madre aún conserva unos cuantos, y yo no he podido resistirme a comprar alguno por la portada, aunque reconozco que nunca me he aventurado a leer ninguno. Cada ejemplar se abría con una cita de Paul Éluard: “Hay otros mundos, pero están en éste”, y los temas son los que pueden imaginar: “esoterismo, civilizaciones desaparecidas, extraterrestres, la alquimia, entre otros que en general convergen en el misterio y lo paranormal, la llamada pseudociencia”.
Las ilustraciones, hijas de su época, con ese punto un poco psicodélico, me flipan. Esa paleta de colores limitada, la simplicidad en las formas, lo sintético que es todo, a menudo inquietante, y sí, sobre todo, ese marco tan icónico dorado. Entre la encuadernación en tela y la tinta dorada, hacer estos libros seguro que no era barato, pero imagino que en esos años se vendían bien viendo la cantidad que hay de segunda mano. Y luego el colorido de los fondos y los cantos, que hacia que los coleccionistas tuvieran un estupendo arco iris en la estantería.
No he encontrado información alguna de quién fue el diseñador de la colección, ni de quienes fueron los autores de las ilustraciones. Si alguien sabe algo que lo diga. Buscar esto ha servido para, Todocoleccion.net mediante, ver que hay mil cosas llamadas ‘Otros Mundos’. Lo que más gracia me ha hecho ha sido ver que esta colección de ciencia ficción de Minotauro de los 70 –que también tiene unas portadas estupendas, una selección de autores increíble y de la cual también tengo unos cuantos ejemplares–, también se llama así y no me había dado cuenta. Aunque esta vez sí que puedo decir que los he leído.
En estos otros (los de la foto de abajo) no figura lo de Otros Mundos. Imagino que cuando Minotauro se comenzó a publicar en España y se alió con Edhasa abandonó esa denominación, ¿para no confundirse con los otros? Sirva todo esto para reivindicar este uso del color en la ediciones de ciencia ficción. Sobre todo si las comparamos con las actuales, casi siempre grises y feas.
Unos cuantos originales de Victor Moscoso
¿Les pasa que a veces les gusta más el boceto que el arte final? ¿Es una de las taras que tenemos algunos por dibujar/diseñar/lo-que-sea? A lo mejor solo me pasa a mí, pero no creo. Cada vez es más complicado ver estos procesos. Todo es cada vez más digital y muchas veces en la génesis de los carteles, de las portadas no hay ni lápiz, ni tinta, ni tijeras, ni pegamento. Soy tan culpable de esto como el que más. Pero eso no quita que me quede como tonto mirando las costuras de originales como estos de Victor Moscoso, el último en colaboración con Rick Griffin:
Miles Davis ordering snacks en el bar de Cheers
Y para acabar, otra playlist. Hecha por la gente de Jazz Dispensary y compartida por una razón tan tonta como necesaria: por la risa. La risa floja, el chiste malo, el chascarrillo fácil. Siempre a favor:
Para minimizar que parezco un cascarrabias, decir que no tengo nada en contra de las mezclas de géneros. Solo que en este caso no me funciona. Sin pensar en todo esto, he puesto el último disco de Sunwatchers y ahí sí que me funciona todo a la maravilla. Probablemente porque donde en el disco de Messthetics hay epicidad y sofisticación, en Sunwatchers hay psicodelia y energía.
Que me va a importar. Tengo un amigo de Eibar que propone el cantabric como alternativa al manido balearic. Gracias por el feedback.